martes, 14 de diciembre de 2010

Yo No Se Misis San Juan

Los años noventa invadió al mundo con un movimiento llamado el “New Age”. Ciertas maneras de pensar que buscan la igualdad entre personas diferentes se diseminan por el país. La Asociación de Ser ha aprovechado este medio y junto con unas llamadas técnicas publicitaria ha lanzado una nueva manera de vernos con símbolos. Mucha gente dice que somos iguales con el innovador lema “Somos ='s”. Lo llevamos en el dedo, la muñeca o en el corazón. La comunidad geriátrica de Puerto Rico está siendo discriminada, pero en la calle este discrimen es mucho más evidente que en cualquier otro lugar. Son lentos, ya sea guiando o caminando o tal vez ese es su paso normal, pero con calma se llega a Roma, al cielo, Monte Olimpo y hasta para el centro comercial.

Un domingo, andaba estacionada en los estacionamientos de impedidos. Veo acercarse una señora vestida de punta en blanco. Sus manos, su cuello y sus orejas estaban atestadas de perlas. Cartera de diseñador, zapatos de diseñador, en fin hasta sus suspiros eran de diseñador. El pelo estupendamente acomodadito, ni un pelo fuera de sitio, el aerosol y la secadora se encargaron de hacer su trabajo. Era rubia, pero algunas hebras en sus raíces provocaban dudas sobre su color natural. Elegante, por lo menos en porte, caminar y vestir. El color de su cuello era hasta más oscuro por el maquillaje pero si así era feliz pues que no cambie por nada ni nadie. Tendría entre unos 60 a 65 años mal tasados y la encontré muy guapa.

Lanzó un comentario al aire pero lo suficientemente alto como para que la escucháramos. En cuanto abrió la boca su elegancia desapareció. -"Que cojones tiene la gente, hace uso de los parking de impedido". Que por cierto a mi no me impide nada. Rápidamente luego de una ojeada quedé mal tasada como una jovencita de 17 y me encontró muy desconsiderada. Me pregunta: "-¿Usted es impedida?” Claro mija, mira el carnet está bien grande, la silla está ahí. ¿Necesita alguna otra prueba? Poco me faltó para ladrarle esos pensamientos, pero inhalo paz y le digo: "Si señora yo soy impedida".



Luego se pone a hablar y dice: -"Pero que cojones estos hijos de la gran puta, son unos cabrones... palabra fea, maldición, palabra soez, bip etc., su repertorio de palabras soeces me dejó sorprendida. Su modo de hablar era peor que el de (inserte aquí cliché de personaje malhablado de la cultura puertorriqueña) y bien podría ser mi abuelita. Pero no sé de su situación, quizás es peor que la mía, a lo mejor la suya es mental no sé, tal vez son los medicamentos que la tienen un poquito desorientada, el punto es que no sé qué le pasa

Le pregunto: -“Pero, ¿usted es de aquí de Caguas?" Me contesta: -"Nada que ver, yo soy de San Juan”. Como si allá no pasaran estas cosas Miss San Juan. Ella hablaba y hablaba y por mi mente sólo pasaba: Los problemas no se van hablando. Es muy fácil que las cosas estén mal y de acuerdo con la ley de Murphy es muy probable que así sean. Pero y ¿qué vamos a hacer Miss Sanjuan? ¿Desquitarse con los jóvenes que tienen algún tipo de impedimento? Bueno no sé usted pero yo estoy así pues porque vi un tipo bien lindo y de la impresión me quedé parapléjica! Yo lo escogí. Quiero vivir así, Me encanta cuando la gente llega a conclusiones sin bases de que porque soy joven me busqué un accidente, que de seguro iba borracha, empepá y en motora cosas que evidentemente no son ciertas. Usted Miss San Juan, ¿escogió lo que le pasó?

En Roma los ancianos eran respetados y eran vistos como fuentes de sabiduría, conocimiento y madurez. Miss San Juan me enseña a gritar y maldecir cuando las cosas no son de mi agrado. Divagando en mis pensamientos andaba cuando de repente como si adivinara mi sentir me comenta: "Yo de esto yo sé, si yo estudié.” Yo sé de lo que estoy hablando" Pero Miss San Juan, para las injusticias no hay que estudiar, si hay muchos nenitos nenitas que no estudian por que no tienen el dinero o sus padres están muy ensimismados en sus propios placeres como para ocuparse de las necesidades de su prole y así mismo están viendo la injusticia.

Pero solo se habla, como usted, pero ¿usted hizo algo para cambiarlo? No sé. La gente cree que viene un revolucionario y lo que quiere es agitar las cosas y no hacer nada, Miss San Juan "...es cambiar lo establecido, dar al mundo una esperanza, algún sentido, es sanar al enfermo al herido" bonitas palabra que se las lleva el viento, cuando no son fijadas en cimientos fuertes. Puede ser que usted está enferma, yo estoy herida pero no por eso me quedé hablando sobre el discrimen.

Nuevamente las palabras se las lleva el viento, di lo que haces y has lo que dices, si sólo quieres hablar pues vive y deja vivir. Se lo quería decir más sin embargo su problema tal vez sea mayor que el mío. Yo no sé por eso no le dije nada Pero hay que expresarse.

Y es que Miss San Juan no tiene problemas con la libre expresión. Ella quiere que todos pongan atención a lo que pasa allí. Que hay una jovencita en el codiciado estacionamiento azul, pero que no pasa nada pues la niña tiene carnet. Miss San Juan, usted puede caminar, usted no tiene un andador, silla d ruedas, brackets o algún otro aditamento para poder andar por el mundo. Como he visto yo a personas de su edad, de menos y mayor, y no andan quejándose. Miss San Juan se pregunta: -“¿Qué nos pasa Puerto Rico? Y la jovencita mal tasada responde que la verdadera pregunta que corresponde a nuestra situación no es que nos pasa sino: -“¿Qué hacemos Puerto Rico, por qué estamos así? ¿Qué debemos hacer para que deje de ser así?

Definición del Capitalismo

     



     Cuentan que una vez un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca, contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa, después de haber vendido el pescado. – ¿Por qué no has salido a pescar? –le preguntó el hombre emprendedor. – Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el apacible pescador. – ¿Por qué no pescas más de lo que necesitas? –insistió el industrial. – ¿Y qué iba a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador. – Ganarías más dinero –fue la respuesta– y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo. – ¿Y que haría entonces? –preguntó de nuevo el pescador. – Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el hombre emprendedor. – ¿Y qué crees que estoy haciendo ahora?

domingo, 12 de diciembre de 2010

Rabia Literaria








¿Quieres atención desmedida?
Pégate un tiro en la espina.
Móntate y ándate en silla.

Veras como se te quedan viendo,
los morbosos que frenan en el expreso,
para deleitarse con los muertos.
Aquí los niños y los viejos,
son expertos haciendo esto.

Ahí no se queda la cosa,
con la espina rota.
Saltar por la borda
y quedar como loca.

Terminemos este martirio,
prefiero morir de delirio.
Aquí incide el peligro,
acostumbrar lo sufrido.

Decirte que eres especial,
es otra manera
para decirte anormal.

Ansio el movimiento voluntario,
deseo liberar lo controlado.
Aborrezco mi dependencia,
quiero acabar esta mierda.

Las mujeres de mi familia

Pensando en uno nació el otro....



     Ya el nene nacería, era un hecho. No era posible que lo que atacaba mi mano desde el otro lado del vientre de mi hermana era un parásito que se nutría de sus entrañas... o ¿tal vez sí? ¿Cómo es posible? Bueno obviamente, se cómo y además de posible muy probable. Aquel ser que compartía mis genes y mi sangre era tan fértil como güima en noches fria de luna llena y por si fuera poco era Negrón. Según las fuentes fidedignas del sector Las Flores en Villalba, los Negrones llevábamos la desgracia de tener vena de alcohólicos, bellacones entre otros atributos netamemte boricuas. Las viejas del barrio se pasaban horas muertas hablando de esa familia. De como El Patriarca se tiraba a la chilla a metros cuadrados de donde su mujer preparaba el café de las tres de la tarde. Como el dinero de su sustento se moría de la risa entre los riñones del Patriarca. Mientras en la cama paría la cafetera, libras de muchachitas y muchachitos por aquella grieta que descansaba entre las piernas de mi abuela. Y así llegó a parir catorce muchachitos. Mami fue la número trece. Menudito lugar para nacer: alcoholismo, infidelidad, esquizofrenia y hasta suicidio. Pero Mami se las arregló y a pesar del espaldarazo del Patriarca llegó hasta la Universidad de Puerto Rico y se graduó. Mami se casó virgen como boricua antigua y casta y se rebeló después del divorcio. Errores pasaron: casamientos y divorcios. Ya tiene tres hermosas jóvenes y dos de ellas serán madres. Yo por el momento le doy nietos y nietas literarias. Somos mujeres salidas de la desgracia y la sumisión pero ya no es así. Ya el chico salió de su vientre y ella lo mantiene solita. Mami mantiene un negocio exitoso y su primogénita le sigue los pasos. Y yo, yo sigo pariendo textos, aun después de que mi vientre se decida a producir luz...